Nos sentamos en el suelo con las piernas estiradas. Cogemos aire por la nariz a las vez que levantamos los brazos hacia arriba hasta la vertical. Cuando sacamos el aire, vamos bajando hacia adelante, con la espalda bien estirada y los brazos al lado de las orejas. Sin doblar las rodillas nos cogemos los pies con las manos. Si no legamos nos cogemos los tobillos. Si podemos tocamos las rodillas con la cabeza ¡Acabamos de cerrar nuestro libro! Para volverlo a abrir, cogemos aire por la nariz y vamos subiendo la espalda con los brazos al lado de las orejas, hasta la vertical.

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